sábado, 18 de febrero de 2012
¿De qué sirve?
Muchas veces nos preguntamos si haremos lo correcto, si somos lo suficientemente buenos para y con el entorno que nos rodea, si hacemos todo lo posible para que las cosas salgan y vayan bien, pero muchas otras tenemos la sensación de que por más que te esfuerces, es inútil, todo va al revés de lo deseado, y tocas fondo.
Tras la apariencia que intento mostrar al mundo sobre mi de una persona alegre, despreocupada, y amiga de mis amigos, se encuentra una persona que se siente sola y completamente incomprendida. Es duro decirlo, pero lo es más sentirse así, y aún muchísimo más tener el valor de reconocerlo.
Con esto no pretendo dar lástima, simplemente desquitarme de lo que me duele. Mi vida no es de color de rosa, puedo asegurarlo; no es un cuento de hadas, y por lo tanto, nada acaba bien. Lo único que se parece mi vida a los cuentos es que la protagonista de éste, es decir la protagonista de mi vida, yo, sufre la extraña maldición de que todo lo que anhela parece alejarse, torcérsele los planes, y con 21 años sobre mis espaldas, empieza a pesar.
Tres parejas, unos padres que pese a que me quieren, no me entienden, y un solo amigo que vive a 500 km de mi, puede que por eso sea el único amigo que tengo, puede que no me conozca tan bien como cree y por eso me tenga el aprecio que me tiene.
Y viendo lo visto, ¿de qué me sirve? ¿de qué me sirve intentar caer bien a la gente, ganarme su amistad, esforzarme en mis estudios o intentar llevar una relación sentimental adelante si lo que ve la gente es que soy una friky-tía rara-tontita...etc, que soy una vaga porque estoy sentada todo el día delante del ordenador, o que soy una persona agobiante?.
Luego mi entorno se extraña de que tenga mala hostia... pero estoy en el medio de un círculo que me lleva a la amargura, a la apatía, al desconsuelo, a la soledad y sobre todo, al dolor; y nadie lo ve, porque todo el mundo está demasiado ocupado con sus asuntos y yo carezco de importancia para ellos, o esa es la sensación que me proyectan.
Estoy dolida, resentida con el mundo que pese a mis esfuerzos de remontar, no le sale de los cojones tratarme bien y que por no darme, no me da ni la espalda. Por eso, he llegado a la conclusión que es mejor no esforzarse, que es mejor no dar nada por nadie, porque aunque lo hagas, siempre serás una egoísta cuando intentas buscar un poco de felicidad para ti misma, aunque lo necesites, es igual, nadie lo verá de esa forma, y nadie dará nada por ti.
Sin más dilación, me felicito a mi misma otro año más de mierda que cargas a tus espaldas y me deseo que mi racha, que pese al espejismo de haber mejorado, se encauce un poco, y como siempre, el penoso pero ferviente deseo de ser feliz.
Una vez más, pese a saber que nadie va a leer estas letras que escribo, ya que la única persona que las lee se las puedo decir directamente por MSN, me despido con besos de mimbre. Sed felices y que paséis buen carnaval.
jueves, 9 de febrero de 2012
Algo más de un mes después...
1. No, no he tenido tiempo ni de respirar, la verdad. Compras navideñas, comidas y cenas familiares... vamos, ya sabeis a lo que me refiero, digo yo...
2. Tenía los ensayos para la actuación, así que me remito al punto nº.1 en lo que no he tenido tiempo ni de respirar.
4. Un novio con el que apenas llevas algo más de un mes te quita muuuucho tiempo, sobre todo en estas fechas. Nuevamente, punto nº.1.
3. Estoy en estado de SHOCK profundo desde el día 30 de Diciembre.
"¿30 de Diciembre? ¿Qué pasó ese día?" (estoy inundando vuestras mentes de dudas y de intriga, ¿eh?, ¿eh? jajajaja) Venga mimbreros... haced un poco de memoria... ¿ya?, ¿nada?, ¿no lo recordáis?, ¿os rendís? Está bien, lo diré:
Serían las seis y algo de la tarde cuando después de reencontrarme con mi mejor amigo, el cual vino desde Bilbao solo para ver el concierto conmigo (sé lo que estáis pensando, y sí, es un cielo por mucho que intente chincharme, jajaja), una comida en un burguer cercano a mi casa (del que no diré el nombre, ya que no hago propaganda ni de nadie ni de nada, y si quieren que la haga, que me paguen por ello) y una busca incesante e infructuosa de aparcamiento en los alrededores del Palacio de los Deportes de Madrid, dejamos el coche en el parking y fuimos hacia el final de aquella kilométrica cola donde la gente estaba esperando ansiosa a entrar, ya fuera por el frío o por ver a nuestros más que idolatradísimos Marea. Tras dos horas de frío espantoso y miles de millones de llamadas realizadas para encontrarme con mi chico y sus amigos con motivo de que se vinieran con nosotros en la cola, a lo que dos no accedieron porque tenían entradas de palco y nosotros de pista, conseguimos entrar (por cierto, gracias Antu por darnos la oportunidad a mi chico y a mi de ver el concierto juntos, de verdad, mil gracias). Una vez dentro, notabas los nervios en la boca del estómago y sentías como te sobraba hasta la piel, por lo que decidimos ir a dejar los abrigos al ropero mientras que tocaba el grupo invitado (no me pregunteis quienes eran, no los vi y después no pregunté) porque a la vuelta nos dieron una noticia que, perdón por la expresión, fue como una hostia en toda la cara a mano abierta: KUTXI, MI KUTXI, había salido a saludar y a cantar algunas cosillas antes del concierto, que daría comienzo a, más o menos las diez. Llegada esa hora, ¡PUM! ¡fuera iluminación!, solo se veía en las pantallas un corazón palpitante, cuyos latidos eran demasiado lentos comparados con los míos y de nuevo ¿dentro iluminación! ¡Y AHÍ ESTABAN! ¡LOS MAREA! no lo creía, estaba a mil, por lo que sin poder remediarlo, mi vena "carpetera" me poseyó y empecé a chillar como una loca. Tras unas palabras de esa maravillosa (al menos para mi) voz aguardentosa de Kutxi, comenzaron a sonar las primeras notas de "Bienvenido al secadero" y después el resto del Set List, el cual, después de la canción anteriormente nombrada, es el siguiente:
La majada
Duerme conmigo (Motivación absoluta)
En tu agujero (Motivación absoluta al cuadrado)
Canaleros (Motivación absoluta al cubo)
Petenera (Motivación absoluta a la cuarta potencia)
Que se joda el viento (Motivación absoluta rozando límites insospechados, y para no repetirme demasiado, en los huecos en blanco viene siendo la sucesión de estos comentarios)
Manuela canta saetas (La afonía que me esperaba para el día siguiente comenzaba a aparecer DEMASIADO temprano...)
Las últimas habitaciones
Corazón de mimbre (Aquí es cuando lloré como una niña chica... jaja)
Mierda y cuchara (Nos agreden con empujones tipo SKA-P)
Que me quieras libre (Aquí comenzamos a recobrar la cordura y dejar de llorar como un bebé, jaja)
El día que lluevan pianos (Momento muy muy muy especial, sin duda)
Plomo en los bolsillos
Con la camisa rota
Alfileres
Trasegando
Ángeles del suelo
Ciudad de los gitanos (Momento remember de mis tiernos 17 años cuando me tiraba los fines de semana en casa de mi mejor amiga (en categoría femenina) jugando al Singstar [y no, no lo digo por hacer publicidad, es que si no lo digo así, no lo puedo decir de ninguna otra forma] junto con la panda que nos juntábamos allí por aquel entonces, como cambia la vida...)
Barniz
Sobran bueyes
Pedimento
La rueca
Como los trileros
Romance de José Etxailarena
El perro verde (Más empujones, pero en estos hubo venganza por nuestra parte, jejeje)
Como el viento de poniente
Marea (Final apoteósico y bajón de que se acabara. El concierto fue largo, pero para mí, pasó como si hubiera sido un simple segundo)
No dejamos de cantar a grito pelado en ningún momento. Saltamos, reímos, bailamos, nos sentimos agredidos en ciertos momentos como he comentado, pero sobre todo, nos emocionamos e incluso lloramos (en mi caso más de la cuenta, también como he comentado), pero tenéis que entender que para mi fue un sueño que después de muchísimos años, se había hecho realidad.
Y como esta entrada se está haciendo demasiado larga, otro día comentaré mi actuación de baile en el recinto deportivo Fernando Martín de Fuenlabrada. Os dejo un vídeo para que veais cómo fue aquello, advierto que no es mio, aún así, espero que lo disfrutéis.
Besitos de mimbre y.... ¡VOLVERÉ! (esperemos que más a menudo) ¡MUACKS!