jueves, 3 de mayo de 2012

BOOM

Podría hablar de lo fantástica que es la vida, pero mentiría, ya que yo no lo veo así.

Necesito expresarme, y aún no sé exactamente cómo, pero lo necesito. Sé que llevo tiempo sin escribir, y que la última entrada no fue nada alegre; siento decepcionaros, esta vez va a seguir esa línea que el anterior post.

Os preguntareis por qué, es simple, nada a cambiado a mejor, más bien, a peor. Todo tiene que ver en esta vida, y como a todo ciudadano, la crisis nos afecta, pero, ¿qué es el dinero cuando se tiene salud y amor?, solo una herramienta para poder disfrutar de esas dos cosas, y si no se tiene, se puede disfrutar igualmente de ellas, aunque con ciertos límites; pero ¿y si no se tiene ninguna de estas cosas, como es el caso? eso ya resulta más difícil... y doloroso.

La salud nos falta tanto a mi familia como a mi. Todos sufrimos un gran estado de estrés por los últimos problemas económicos que estamos teniendo (no, no estoy en la ruina), pero el despido de mi padre de uno de los empleos que realizaba ha sido un duro golpe para él, y en consecuencia, para nosotros. Nos inunda una enorme pena el ver cómo su vitalidad y alegría se apagan por culpa de ese maldito empleo, cuyo sueldo iba destinado a que yo pudiera tener un futuro mejor que al que ellos pudieron optar en su momento. Además, la hermana de mi madre, y en lo más profundo de mí mi mentora artística, la que me ayudó y enseñó a expresarme de todas las formas imaginables mediante un simple lápiz y un papel, y siempre me trató con un cariño, dulzura y alegría inmensurable, lucha contra un demonio que reside en su cabeza y quiere apoderarse de ella, un tumor maligno que la está acarreando más problemas. toda esta situación está minando el corazón de la persona que, pese a nuestros más y nuestro menos más quiero en esta vida, en la vida que ella me ha dado, mi madre, porque sé que es fuerte, pero solo cuando los problemas la ocurren ella; sino, es tan frágil como la nieve, que mientras encuentra protección en los suyos puede sobrevivir, pero cuando se la separa, se pierde lentamente convirtiéndose en lágrimas; siendo menos poéticos, cae en depresión por la impotencia de no hacer nada.

Se que está en mi mano ayudarles a todos, hacer que todo fluya y pese a las adversidades que se nos han presentado, conseguir hacerles sonreír y que las penas, con un buen clima en casa, son menos penas, pero no puedo. No puedo no por ser una egoísta, mucha gente sabe que se me puede tachar de infinidad de cosas, pero no de eso, y es que yo puedo porque yo también he perdido mi fortaleza. No puedo ver cómo mi familia sufre, pero tampoco puedo sentirme su saco de golpes, una cosa es desahogarse buscando mi apoyo, y otra es desahogarse echándome en cara mis fallos para que ellos se sientan mejor. Yo también sufro esa situación, porque yo también soy parte de la familia, pero nadie ha reparado de que hay una parte de mi que requiere toda mi atención y que me preocupa en demasía: mis estudios. He vivido dos semanas de puro estrés por tener que realizar todos los exámenes de la carrera, como es normal en estas fechas, pero para mi no es normal vivir toda esta situación en dos semanas y sentir que estás sola ante todo, que no te puedes centrar en lo que te tienes que centrar porque, aunque sepas que es lo que tienes que hacer, tienes la cabeza en mil cosas más, mil cosas que duelen, y no sientes a nadie a tu lado para extenderte de manera sincera su mano y con una sonrisa en la cara te diga "tranquila, puedes con esto y mucho más, sacarás bien tus exámenes, y el resto se solucionará, pero no te agobies, porque estoy contigo, ahora, haz las cosas lo mejor que puedas". En cambio, lo que si he tenido han sido reproches a modo de gritos y peleas de que no he dado todo lo que podía dar, de que no he hecho lo suficiente, que no he dado todo lo que podía de mi, y de los momentos que he necesitado salir corriendo de mi entorno para recordar lo que es disfrutar de una vida normal para alguien de mi edad, de ser feliz, para después volver a la realidad de mi día a día, con fuerzas renovadas.

Por eso lo afirmo, no soy fuerte, si lo fuera, esto no pasaría y no gritaría "te necesito" a alguien que no me puede ayudar. De echo, si me preguntasen en este momento cómo me veo, es decir, cuál es mi visión sobre mi, diría que que soy una cosa pequeña, casi diminuta, que se encuentra sin fuerzas tirada en el suelo de un lugar frío y oscuro agarrando sus rodillas y con los ojos doloridos de llorar.

No espero contestación ante esto, porque realmente las palabras de apoyo que se puedan mostrar por aquí son solo para quedar bien como quien dice, simplemente buscaba la forma de desahogarme, de expresarme una vez más, a modo de "pensadero" como hacían los personajes Harry Potter en aquellas novelas que tanto me hacían soñar de pequeña.

Sin más, despedirme de vosotros deseando de todo corazón que al menos vosotros seáis plenamente felices, y el que no lo sea, que sepa que hay alguien que le puede entender y en con el que puede conseguir un apoyo, siempre y cuando sea mutuo, o lo que es lo mismo, demostrar un atisbo de amistad y humanidad en estos tiempos tan difíciles que vivimos.

Muchos besos a todos

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